El transporte de obras de arte implica un proceso complejo donde ningún detalle se deja al azar, y es que cualquier error puede dañar irreparablemente la obra. El primer paso consiste en proteger la obra para el recorrido, ya sea en avión, camión o buque. Normalmente, se transporta en cajas rígidas de madera y las obras se envasan al vacío o se cuelgan dentro de la caja con métodos de suspensión interna. Estas cajas están preparadas especialmente para la ocasión, hechas a medida, y disponen de barreras antihumedad, amortiguadores de golpes y tratamientos específicos para el correcto mantenimiento de la obra.
Transporte terrestre y aéreo, principales modalidades
Principalmente, el transporte de obras de arte se realiza vía terrestre y vía aérea. En el caso del transporte terrestre se utilizan camiones a temperatura controlada, con detectores de incendios, alarmas y sistemas de suspensión neumática para disminuir las vibraciones. Además, es muy importante que el camión incorpore métodos de anclaje y suspensión para que la mercancía quede sujeta durante todo el recorrido. Es habitual también, sobre todo en el caso de aquellas obras de arte de elevado valor económico, que el camión esté blindado y sea custodiado por la policía a lo largo del trayecto.
El transporte de obras de arte vía terrestre es la modalidad más utilizada, si bien es cierto que cuando se opta por transporte aéreo y marítimo, también se necesita un camión especial para el traslado de la obra de arte desde el origen –museo, casa particular, galería- hasta el puerto o aeropuerto, y viceversa.
Para los envíos a países fuera del territorio común, el transporte aéreo es la modalidad más utilizada. Normalmente, la caja que contiene la pieza se coloca en palés o en contenedores. De la misma manera que en el transporte terrestre, los aviones están a temperatura controlada y reúnen una serie de características para la perfecta conservación de la pieza: suspensión adecuada, sobre todo para el despegue y el aterrizaje y sistemas de alarmas. En las ocasiones en las que el transporte de la obra de arte se ejecute vía aérea, existe vigilancia en la pista de ambos aeropuertos, tanto de origen como de destino.
En resumen, es muy importante entender el transporte de obras de arte como una cadena logística formada por diferentes procesos, desde el embalaje, transporte, descarga hasta el desembalaje, esenciales para que la obra llegue en las mismas condiciones que en origen.